De izquierda a derecha: Guillaumet, Mermoz, Fitz Roy.
Tras escalar el Pilar Rojo, bajamos a dormir al collado de la Guillaumet. Nos despertamos sin ninguna prisa cuando el sol ya calentaba, en teoría teníamos buen tiempo toda la mañana y por la tarde de empezaba a levantar viento sin llegar a ser extremo.
Foto de la Brenner desde el collado.
Todo y ser una de las aproximaciones mas "cortas", llegar hasta allí arriba no es gratis, son unas cuantas horas de excursión así que, junto con Ino y Pol decidimos aprovechar y escalar algo mas, la clásica "Brenner" 300 mts (de desnivel que no de recorrido) max 6b, una pequeña joya, que merece mucho la pena escalar.
Los largos centrales son una gozada.
Comenzamos a escalar rectos por la arista desde el mismo collado, normalmente se accede mas arriba y por la izquierda, aquí hasta los largos fáciles son muy buenos también, la roca es increíble y la escalada atlética.
Fantástico diedro fisurado, 6a+
La vía tiene tres largos seguidos sobre sexto grado como máxima dificultad, una vez mas por fisuras perfectas en granito rojo, tras ellos y algún largo mas fácil se llega a una brecha, donde se accede al corredor "Amy" que es una opción para rapelar. Nosotros dejamos las botas y crampones allí para recogerlos a la bajada, y seguimos hacia la cima por unos largos fáciles muy bonitos.
Ultimo largo de escalada.
A la cima este año se accedía andando y sin pisar nieve. Desde la cima las vistas son preciosas sobre el Hielo continental, Cerro Torre...
La Brenner es una vía perfecta como primera toma de contacto, o para hacer con en una ventana de un solo día de buen tiempo.
Dos juegos de Camalots y micros suficientes si vamos bien en ese grado.
En la mismísima cima de la Guillaumet.
